Después de ver la película en
clase “Un lugar donde quedarse”, dirigida por Sam Mendes, hemos estado
reflexionando en gran grupo. Aquí os dejo algunas de mis reflexiones.
Los protagonistas de la película Burt
y Verona esperan el nacimiento no planificado de su hijo, ambos están muy
contentos y se refleja en todas sus emociones. En estas escenas se puede
observar la personalidad infantil de Burt y en contra posición a la responsable
Verona.
Tras descubrir que los padres del
chico deciden marcharse a Bélgica surge el primer conflicto, los futuros padres
no los entienden ya les gustaría que estuviesen cerca de ellos cuando naciese
el pequeño. Este hecho les llevará a buscar el lugar perfecto para asentarse.
En las primeras opciones de búsqueda
exploran ciudades en las que conozcan a personas, tengan lazos afectivos, de
amistad o familiares que puedan acogerlos. A primera vista, todas estas
familias son mucho más estables que ellos, dado que todos sus miembros tienes
trabajos fijos y un techo, pero pronto descubrirán que bajo esa falsa capa no
hay nada.
Desde mi punto de vista creo que
la sociedad califica al modelo de familia tradicional como el mejor, pero todos
sabemos que en realidad es solo apariencia. Hoy en día, ya no podemos hablar de
familia sino de familias, estoy totalmente
segura que muchas están más organizadas y que cubren las necesidades reales de
sus hijos que en muchos de los hogares tradicionales.
Esta pareja no tiene medios, ni
trabajo pero tienen amor que es el sentimiento más grande y poderoso. En su
viaje, observan que todos esos amigos y familiares idealizados realmente no son
felices, es decir, yo creo que siempre
hay un punto intermedio en todo y estas familias son demasiado extremistas.
Además, Verona tiene un conflicto
personal no resuelto que en el viaje logrará resolver y será la llave de su
hogar. Desde mi punto de vista en todos los viajes se aprende y ellos descubrirán
el sentido real de la familia.
La relación de ambos es armónica
y en una de las escenas se casan en sentimientos, realizando un contrato verbal.
Para mí este momento fue precioso y se me pusieron todos los pelos de punta,
ellos abrieron su corazón y bajo el cielo estrellado se dijeron palabras preciosas.
Cuando al fin encuentran su
lugar, se dan cuenta que no les hace falta tener a nadie de sus amigos o
familiares, porque en su búsqueda han entendido que ellos tienen la perfecta
combinación de felicidad.
Para concluir, solo quiero decir
que esta película me ha hecho reflexionar sobre el poder que tenemos nosotros
mismos en nuestro interior y también que como futuras docentes no debemos
juzgar a los diferentes modelos familiares.
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