En esta entrada seguiré el camino
que empecé en la primera entrada, mi propósito será explicar que son para mí
las emociones y lo relacionaré con bases fundamentadas de diversos autores, ya
que creo que son esenciales para trabajar las habilidades sociales, la
resolución de conflictos o las capacidades afectivas dentro del contexto
escolar.
Además, para redondear este tema cogeré
las frases más significativas de “SENTIR Y CRECER” de Silvía Palou que ya comenté
en mi anterior entrada y reflexionaré sobre los puntos más importantes de cada
una de las emociones.
En la anterior entrada definí las
emociones primarias como un sentimiento que nos otorga confianza y que nos hace sentirnos mejor conectándonos a una
realidad social pero ahora quiero avanzar un peldaño más y me pregunto ¿Qué es
una emoción?
Navegando por Internet he podido
saber que la palabra emoción viene del latín MOTERE (moverse) y siendo así
deduzco que según la circunstancia, el momento o la persona pueden hacer que
nos alejemos o que nos acerquemos.
Los griegos pensaban que las
emociones salían de la barriga y la
época medieval se refería a ellas como deseos impuros, de suciedad y de pecado,
por ello las ocultaban. Pero actualmente todos los pedagogos las tienen muy
presentes y nosotras como futuras docentes también las tenemos que tener.
Según Bisquerra (2000): "Las
emociones son reacciones a las informaciones (conocimientos) que recibimos en
nuestras relaciones con el entorno. La intensidad está en función de las
evaluaciones subjetivas que realizamos sobre cómo la información recibida va a
afectar a nuestro bienestar. En estas evaluaciones subjetivas intervienen
conocimientos previos, creencias, objetivos personales, percepción de ambiente
provocativo, etc. Una emoción depende de lo que es importante para nosotros. Si
la emoción es muy intensa puede producir disfunciones intelectuales o
trastornos emocionales (fobia, estrés, depresión)".
Después de contrastar estas
fuentes externas de referencia creo que las emociones son una mezcla de sensaciones,
pensamientos, conductas y reacciones que nos salen por un estímulo externo y sin
pensar. Asimismo, creo que no podemos reprimirlas pero sí que podemos educarlas
para que cuando las exterioricemos no hagan daño a nadie. Aquí os pongo una canción que me encanta.
En clase mi compañero Oscar nos recomendó la página de
Ciara Molina (Psicóloga Emociona) la cual encuentro muy interesante, ya que en
todo momento se publicar textos con imágenes relacionados con esta temática.
Por ejemplo, aquí os adjunto el texto de Mahatma Gandhi que transmitió en su
página.
EL QUE QUIERA SER AMADO, QUE AME
La vida me ha enseñado:
que la gente es amable, si yo soy
amable;
que las personas están tristes,
si estoy triste;
que todos me quieren, si yo los
quiero;
que todos son malos, si yo los
odio;
que hay caras sonrientes, si les
sonrío;
que hay caras amargas, si estoy
amargado;
que el mundo está feliz, si yo
soy feliz;
que la gente es enojona, si yo
soy enojón;
que las personas son agradecidas,
si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo:
Si sonrío, el espejo me devuelve
la sonrisa.
La actitud que tome frente a la
vida, es la misma que la vida tomará ante mí.
"El que quiera ser amado,
que ame".
Después, de esta magnífica
reflexión explicaré una actividad que realizamos en clase. Tras la lectura del
capítulo de la alquimia de las emociones de Silvia Palou teníamos que
seleccionar las tres frases que considerábamos más significativas de cada una
de las emociones.
Nuestro grupo lo formamos Ana,
Oscar y yo y estas fueron nuestras reflexiones:
Amor
“Amar, y por tanto establecer
vínculos afectivos, es un elemento básico para un crecimiento emocional y
armónico.”
“Amar es la emoción madre. De
ella se pueden desprender todas las demás y enriquecerse o empobrecerse en
función de su textura, forma y color.”
La primera frase fue escogida
porque pensamos que para conseguir un crecimiento personal tienes que
establecer vínculos ya que si no lo haces cuando seas mayor te será mucho más
difícil. La siguiente frase la escogimos ya que nosotros pensamos que el amor
es la emoción central, porque de ella parten todas las demás.
Miedo
“Poner nombres a las situaciones
de miedo permite acercarnos al mundo de las cosas desconocidas y crear vínculos
de unión con experiencias conocidas. Esta conexión puede hacer disminuir la
ansiedad y la tensión ante las situaciones temidas.”
“El miedo, al mismo tiempo que permite
crear, también limita. Conocerlo ayuda a crecer.”
La primera frase la elegimos
porque creemos que el primer paso que tenemos que dar es el de ponerle nombre a
nuestros sentimientos dado que es mucho más fácil superarlo, sintiéndonos
seguros y escuchados. Asimismo la segunda está muy ligada a la anterior, es
decir, si nosotros conocemos nuestros
temores que nos frenan podemos buscar ayuda para superarlos.
Rabia
“Tranquilizarnos nosotros,
pensando que su actitud es consecuencia de la edad y que está aprendiendo a
regularse. No lo hacen para hacernos sentir mal.”
“Hablar sobre lo que ha ocurrido,
haciéndole ver que esta actitud no conduce a ninguna parte, aportando
sugerencias y otras vías para resolver los problemas.”
La elección de la primera frase
fue debida a que pensamos que lo principal es mantener la calma ante cualquier conflicto
y la segunda también lo compartimos dado que tenemos que tener una postura de
escucha activa y de guía hacia los alumnos.
Tristeza
“Preguntarnos que nos aporta la
situación que estamos viviendo. Las crisis o los momentos difíciles son
momentos de cambio, de aprendizajes importantes.”
“Cuando una persona acepta sus
tristezas está también más abierta a disfrutar de las alegrías, del amor y de
todo lo que nos aporta la vida.”
En este caso nos decimos por la
primera frase porque pensamos que siempre se pueden sacar aspectos positivos de
experiencias traumáticas. Del mismo modo, la segunda frase la seleccionamos
porque creemos que para disfrutar de la vida plenamente hay que ser realista y
consecuente.
Alegría
“Poner humor a la vida. Es una
buena actitud que debe contagiarse a los niños. Los problemas pueden tener
soluciones y, mirados con un punto de alegría se sobrellevan mejor.”
“Poder reírse de uno mismo es una
maestra de humildad y de tolerancia hacia uno mismo. Se puede proponer a los
niños y también a los adultos.”
En la primera destacamos la
importancia de como nos enfrentamos a la vida y que si lo hacemos con una
actitud positiva en un futuro recogeremos sus frutos. Respecto a la segunda quiero
decir que nos gusto mucho y la respaldamos en nuestro día a día, ya que
pensamos que es muy importante
conocernos a nosotros mismos y querernos tal y como somos. Aquí os dejo un video que encuentro muy interesante.
En conclusión, con el estudio de todas estas emociones cada vez soy más consciente de la importancia que tienen para desarrollarnos individualmente y colectivamente en un ambiente de empatía verdadero.